Con una madre lejana (un espectro), un padre coñazo, pero lejos; la habilidad de desaparecer cuando quiero estar solo y aparecer cuando necesito compañía; que sea cariñosa, no pegajosa; comprensiva, no compasiva; con carácter, no con cojones; sus miguitas de mala leche, su poquito de risa, su poquito de prisa, su calma, su estilo, su clase, su porte... Una señora, vamos a reconocerlo, y una puta cuando tenga que serlo, pa'que nos vamos a engañá.
lunes, 9 de abril de 2012
La mujer perfecta
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